18 de marzo de 2015

Las 5 normas de un emprendimiento socialmente responsable


¿Cuáles son los elementos que debe tener un emprendimiento para ser socialmente responsable? A continuación establecemos unos parámetros que pueden ayudar a determinar si una idea está comprometida con las personas y el entorno.


El emprendimiento es un tema que está en boca de todo el mundo. Muchas de las ideas que están surgiendo hoy en día integran sus objetivos de mercado con propósitos sociales, con el objetivo de obtener beneficios y, al mismo tiempo, impactar al mundo de forma positiva.
Este nuevo modelo de negocio fue anunciado de antemano por Michael Porter, profesor de negocios en la Universidad de Harvard, en el 2011. En un artículo de la Harvard Business Review, escribió: «las compañías deben reconectar el éxito del negocio con el progreso social». Porter tenía razón.
Hoy en día, cientos de compañías emergentes se definen a ellas mismas como socialmente responsables. ¿Qué elementos hacen que así sea?

1. Un emprendimiento social, no es caridad

En primera instancia, es importante establecer que un emprendimiento socialmente responsable debe cumplir con los mismos elementos de la innovación social: detectar un problema, hacer preguntas, experimentar, co-crear con la comunidad, entre otros.
Por esto, una startup socialmente responsable no se basa en la caridad. «La caridad no ayuda, si yo te doy algo sin enseñarte a producir o a generar valor, no estoy haciendo nada» asegura Mauricio Salazar, director de Social Colectivo, fundación dedica al desarrollo y promoción de la conciencia colectiva, en una entrevista con Young Marketing.
Cuando un emprendimiento se basa en ‘dar por dar’ a los demás y no en trabajar de la mano con las personas necesitadas para sacarlas del paradigma de pobreza, por lo general no se genera un cambio realmente significativo.

2. Pensar en el otro

Uno de los aspectos principales que define a las compañías socialmente responsables es que su modelo de negocio está pensado en brindar beneficio a las personas.
Este ideal debe estar presente desde la fase de creación de un emprendimiento: «se tiene que pensar en alteridad, primero en los demás y después en cómo eso me genera a mí. Cuando tu creas algo pensando en el otro, es donde salen los mejores productos y servicios».
Si por el contrario, una empresa no es socialmente responsable desde el principio, pero después decide tomar conciencia del entorno y la sociedad para generar acciones significativas, eso se define como responsabilidad social.

3. Detectar y solucionar un problema

Un emprendimiento socialmente responsable se caracteriza por entender las necesidades de los individuos y determinar cuáles son los problemas más trascendentales, para lograr desarrollar un producto o servicio viable que pueda dar una solución significativa. «El mundo está lleno de necesidades no resueltas, que a su vez son oportunidades. Al final un excelente producto es el que resuelve un problema y siempre va a haber alguien que te va a comprar y monetizarlo va a ser posible» aseguró Salazar.

4. Responsable con el planeta

Además de solucionar un problema real, es importante que los emprendimientos sean amigables con el medio ambiente. No basta solamente con ser responsable con las personas, también es fundamental no generar un impacto negativo en el entorno.
Según Mauricio Salazar, un negocio socialmente responsable debe ser rentable sin necesidad de generar daños en el medio ambiente. «Si mi idea le genera valor a la humanidad y además beneficia al planeta, eso es genial».

5. Que sea rentable

Por último, al igual que cualquier compañía un emprendimiento socialmente responsable debe generar ingresos y lograr ser sostenible con el tiempo. Esto se obtiene siempre y cuando el propósito social este bien definido, lo cual es atractivo para los nuevos consumidores, que cada vez más desean apoyar causas de gran impacto en el mundo.
Según un estudio realizado por la firma de relaciones públicas Edelman a más de 8.000 consumidores de 16 sectores distintos, más de la mitad de los encuestados aseguran que si el precio y la calidad fueran equitativos, el propósito social de una marca sería el factor más importante en el momento de tomar una decisión de compra.

Emprendimientos y compañías socialmente responsables

Alter Eco es una compañía que tiene como misión proveer productos alimenticios con ingredientes orgánicos provenientes de distintas fincas de Estados Unidos y Canadá. Sus prácticas socialmente responsables se enfocan en un trato justo con sus proveedores, trabajar en colaboración con ellos y comercializar alimentos poco o nada procesados.
Otro ejemplo de éxito es el de la compañía TOMS. Desde su nacimiento en el 2006, se ha preocupado por operar de manera responsable y sostenible. Su programa ‘One for One’ se ha caracterizado por ser ‘su razón de ser’: por cada par que compres, TOMS dará uno a un niño que lo necesite. Además, cuenta con iniciativas como ‘Shoes Drops’, donde voluntarios viajan a una comunidad específica para compartir y conocer sus experiencias de vida.



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