16 de enero de 2012

HABLEMOS DE TRANSPARENCIA


“Las Fundaciones deberían tener los bolsillos de cristal” frase mencionada en el año 1952 por  Russell Leffingwell, Presidente de la Corporación Carnegie.

Medio siglo después la transparencia y todas las acciones de probidad siguen colgando de un hilo, son muy pocas las organizaciones de la sociedad civil que muestra quienes son, qué hacen, cómo lo hacen, para quién lo hacen, con qué lo hacen y otras categorías más que deben exponer los acostumbrados informes anuales, páginas web o cualquier otro medio de difusión que permita hacer este tipo de información un asunto público.

En muchos países se han diseñado diferentes estrategias para contribuir con una cultura de transparencia en el sector social, parten desde el caso básico y modelo a seguir de algunas naciones de Latinoamérica y el Caribe como lo es la autorregulación, elegir ser transparente y adoptar buenas políticas de manera voluntaria; otro caso y bastante innovador es el que han adoptado algunas fundaciones en Estados Unidos, haciendo uso de las nuevas tecnologías crearon un portal para hacer un seguimiento en tiempo real de las donaciones a fundaciones en apoyo de Haití; y como último caso se conoce que muchos gobiernos reconocen el destacado labor de OSC, y el poder que esto supone, los han buscado regular al Tercer Sector, a través de  reformas que exigen documentación vigente de las acciones de las entidades sin ánimo de lucro.
 
Esto nos lleva a pensar que ya no alcanza con ser buenos, sino que cada vez más el resto de la sociedad y distintos sectores exigen que la sociedad civil de cuenta de sus recursos, de su trabajo, de sus actividades e impacto y ello se convierte en una nueva fuente de la legitimidad de las propias organizaciones.
 

La nota de hoy es, tener los bolsillos de cristal es un  acto de compromiso y seriedad.

Cindy Altamiranda Torres - comunicaciones@fedecaribe.org.co




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