Tenía ocho años cuando los crímenes de aquellos recicladores cuyos cuerpos fueron vendidos a una Universidad para ser utilizados en sus estudios e investigaciones. Unos asesinatos atroces que conmovieron a Colombia hace casi 20 años.
A esa edad tan temprana y siendo un niño sin futuro trabajaba para alimentarse y vivir clasificando cartones y pedazos de desechos en lo que se llamaba el Relleno Sanitario del Barrio las Flórez, en un extremo del norte de la ciudad.
Unas semanas después, al crearse la cooperativa que surgió después de tan tristes hechos, se presentó a la convocatoria explicativa de la propuesta y se colocó justo en el centro de curtidos recicladores profesionales, hombres y mujeres , asustados por lo ocurrido con colegas que vivían en calles oscuras y puentes descuidados, desechados , marginados y ahora asesinados. - Aquí estoy, quiero entrar como socio de esta cooperativa y trabajar igual que como lo hacen los grandes - dijo con carácter.
Y entró, destacándose desde el primer día como uno de los mejores socios, ocupándose con responsabilidad y decisión a tan tempranas horas , violando derechos inherentes a los seres humanos como el de jugar y estudiar, como debe ser la vida a una edad de tantas inocencias.
A los 20 años obtuvo el bachillerato, validando cursos, como decía sonriente a sus amigos de trabajo. Al cumplir los 25 se graduó como Administrador de Empresas , distingiéndose como estudiante aventajado, estudiando y reciclando como tambien repetía siempre sonriente a aquellos colegas que comenzaron a mirarlo con respeto y a admirarlo por sus justas decisiones, hasta que decidieron nombrarlo gerente de la organización.
Jorge Hernández es hoy un ejemplo de superación. Es una historia de vida para contar y para admirar. Es el orgulloso Gerente de la Cooperativa de Recicladores de Barranquilla/Rescatar que funciona admirablemente en bien de tantos humildes como lo sigue siendo él. Es el Gerente de una institución no lucrativa próxima a cumplir 20 años, siempre generando valor y sosteniendo empleos justos a personas que se dedican al reciclaje con dignidad y con constancia.
A esa edad tan temprana y siendo un niño sin futuro trabajaba para alimentarse y vivir clasificando cartones y pedazos de desechos en lo que se llamaba el Relleno Sanitario del Barrio las Flórez, en un extremo del norte de la ciudad.
Unas semanas después, al crearse la cooperativa que surgió después de tan tristes hechos, se presentó a la convocatoria explicativa de la propuesta y se colocó justo en el centro de curtidos recicladores profesionales, hombres y mujeres , asustados por lo ocurrido con colegas que vivían en calles oscuras y puentes descuidados, desechados , marginados y ahora asesinados. - Aquí estoy, quiero entrar como socio de esta cooperativa y trabajar igual que como lo hacen los grandes - dijo con carácter.
Y entró, destacándose desde el primer día como uno de los mejores socios, ocupándose con responsabilidad y decisión a tan tempranas horas , violando derechos inherentes a los seres humanos como el de jugar y estudiar, como debe ser la vida a una edad de tantas inocencias.
A los 20 años obtuvo el bachillerato, validando cursos, como decía sonriente a sus amigos de trabajo. Al cumplir los 25 se graduó como Administrador de Empresas , distingiéndose como estudiante aventajado, estudiando y reciclando como tambien repetía siempre sonriente a aquellos colegas que comenzaron a mirarlo con respeto y a admirarlo por sus justas decisiones, hasta que decidieron nombrarlo gerente de la organización.
Jorge Hernández es hoy un ejemplo de superación. Es una historia de vida para contar y para admirar. Es el orgulloso Gerente de la Cooperativa de Recicladores de Barranquilla/Rescatar que funciona admirablemente en bien de tantos humildes como lo sigue siendo él. Es el Gerente de una institución no lucrativa próxima a cumplir 20 años, siempre generando valor y sosteniendo empleos justos a personas que se dedican al reciclaje con dignidad y con constancia.
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