19 de julio de 2011

Una historia social en Cartagena/Colombia

Las esmeraldas colombianas, consideradas entre las de mayor calidad en el mundo, son apetecidas y solicitadas por turistas y visitantes internacionales, quienes las buscan exigiendo su mejor calidad con terminados perfectos en acabados y cortes, lo que requiere un trabajo manual cuidadoso y exigente, elaborado por orfebres con experiencia y paciencia. Los mejores en todos los casos.


Una conocida empresa dedicada a la comercialización de joyas en Colombia decidió crear un programa excepcional con el doble propósito de expandir sus negocios y beneficiar simultáneamente a un grupo poblacional marginado y excluído: limitados físicos en actividades motrices y auditivas.
"Se adecuaron dos talleres donde se reciben las capacitaciones necesarias para desarrollar el arte de la joyería y al mismo tiempo facilitar la adquisición de insumos necesarios para la elaboración de las joyas, lo cual permite a los nuevos orfebres generar ingresos para sus familias". " Dos de los mejores orfebres de nuestra empresa trabajaron con entusiasmo y dedicación durante seis meses contínuos ..."




El resultado ha sido que 45 personas con limitaciones se han beneficiado , pero, " ya estamos trabajando para comenzar una capacitación para militares victimas del conflicto armado colombiano."
Toda una historia social en el corto tiempo de un año!



Se trata de la experiencia de la Fundación Escuela de Joyería del Caribe creada en Cartagena por empresarios solidarios. Un buen ejemplo de negocio inclusivo en el mas estricto sentido de lo que significa un término de moda aplicado hoy en el mundo de la responsabilidad social empresarial.


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